La economía política feminista constituye una aproximación crítica y alternativa a los análisis de la economía convencional y a las deficiencias estructurales de un sistema capitalista, heteropatriarcal y racista que ha puesto en jaque la sostenibilidad de la vida, causando y agravando el conflicto capital-vida. La financiarización descontrolada, la mercantilización de cada vez más procesos de la vida íntima, la privatización creciente de medios de producción y sectores económicos, la invisibilización de la economía de cuidados o la sobreexplotación de una fuerza de trabajo feminizada y precaria son algunos de los aspectos abordados por la economía política feminista. Esta corriente económica pone la vida, sostenible y digna, en el centro. Articula sus principios en torno a un feminismo del 99%, que recuperaría el interés por las cuestiones redistributivas y por las preocupaciones medioambientales, negociando continuamente sobre las cuestiones del poder y la diferencia.Y se alinea con las posiciones interseccionales que entienden que la realidad socioeconómica está mediada por una multiplicidad de factores (de género, sexualidad, raza o etnia, localización, acceso a recursos?) que no deben ignorarse si se quieren afrontar los problemas sistémicos en un contexto global de complejidad e incertidumbre. Trasladando los aportaciones teóricas de la economía política feminista a los análisis de las tendencias de la economía global, su autora aborda en profundidad, y mediante un completo repaso a la literatura especializada, las claves para entender las causas y efectos del colapso ecosocial. Ofrece, en definitiva, una rigurosa propuesta teórica que pueda ser de utilidad para concebir nuevos horizontes emancipatorios que prioricen la sostenibilidad de la vida en la organización del sistema económico.