Después de llegar al segundo piso de Aincrad, Asuna decide que un herrero controlado por un jugador mejore su espada, una rara Wind Fleuret, pero en el proceso sucede lo inimaginable, la espada se hace añicos ante sus ojos. Kirito sospecha que hay juego sucio y que el herrero le ha dado el cambiazo. ¿El herrero realmente acaba de destruir un artículo tan increíblemente valioso? Y si no, ¿hay alguna forma de recuperarlo? Y, si realmente hay una conspiración de ladrones, ¿cómo se le puede detener?