Seleccionar mis cuentos Qué difícil, cuando suelo decir que todas mis criaturas, incluso las menos dotadas, son para mí igualmente queridas. Pero la vida exige escoger, y este asunto literario, también. Todos estos relatos parten de hechos reales, de ahí los nombres propios que aparecen, con desarrollos que solo en una mínima proporción son ficticios. Esa mínima proporción que les permiten pasar por cuentos y no por crónicas. Aunque la realidad de la vida pueda ser tan asombrosa o más que cualquier ficción imaginada. La selección se corona con una novelita corta Juan Palomo o el verano filosofal, más bien un folletín armado a la moderna, al menos con escenario moderno, y una forma de jugar con mis amigos para convertirlos en seres de ficción.