Con un estilo personal, reconocible y a través de relatos cortos que conforman las viñetas, Gerardo Vacas extrae de la calle situaciones, momentos, pensamientos en alto, reflejos de un costumbrismo amable y aliñado todo ello con una buena dosis de humor. Abrir, leer u ojear atentamente este libro también es aprender de alguien que, además de saber reírse de lo que nos rodea y de los demás, se ríe de sí mismo. Esa sería la mayor habilidad de estos dibujos que ha seleccionado de entre los cientos que ha publicado en fotocopias en sus más de treinta cuadernos caseros para amigos, el llegar a ponerse y enseñar a ponernos delante de un espejo y, además, también conseguir disfrutar de reírnos de nosotros mismos, siendo capaces de atender a la actual sociedad enfrentada que nos rodea y muchas veces deprime o decepciona, e intentar convertirla en algo que sea más vividero y amable. (Román Espeso y Daniel Villalobos).