Los monasterios jerónimos fueron contenedores de muchas obras de arte que, atesoradas durante años, son a día de hoy una importante fuente para analizar los movimientos artísticos, sus intereses y el pensamiento, tanto de los religiosos como de la sociedad. Entre los siglos XV y XVI, la Orden de San Jerónimo experimentó un impulso en fundaciones y prestigio: este estudio aborda la estrecha relación entre la monarquía y la orden, centrado en la historia arquitectónica y patrimonial de los monasterios masculinos en la Corona de Castilla. A ello, hay que añadir también la protección de las élites, de una poderosa nobleza relacionada con los monarcas y un considerable número de religiosos que contribuyeron de diferentes formas al prestigio de los jerónimos y que dejaron una importante impronta cultural.