La palabra tecnocracia describe realidades muy variadas;que la tecnocracia tenga una ideología unitaria es un mito: hay muchas tecnocracias de izquierdas y de derechas. El primer tecnócrata fue Saint-Simon, un socialista utópico;en ese momento la tecnocracia estaba asociada a ideas progresistas. Hoy los tecnócratas están más bien asociados al sistema institucional, al statu quo, a las grandes organizaciones internacionales. Hay una evolución desde el socialismo a la tecnocracia liberal, pasando por la socialdemocracia. Si el tecnócrata decimonónico estaba vinculado a la idea de progreso, de industria, el posterior a la II Guerra Mundial tenía más que ver con el fin de las ideologías, de convergencia entre ellas, entre capitalismo y comunismo;debido a los condicionantes de la sociedad industrial, la tecnocracia aludía a una economía mixta. En España, la tecnocracia vivió un gran auge con el desarrollismo franquista.La obra pretende sistematizar la literatura existente hasta ahora en relación con los caminos que ha seguido el pensamiento tecnocrático para penetrar en la doctrina y las realizaciones políticas de nuestro país. Los primeros capítulos abordan los hitos fundamentales (tradición de fomento, Ramiro de Maeztu, la Dictadura, el periodo de entreguerras) de la versión española de la tecnocracia. Se aborda más tarde la realidad tecnocrática en Francia, el país donde esta doctrina encontrará sus mejores exponentes. En los capítulos siguientes indagamos sobre cómo se recibió en España por parte de los políticos e intelectuales, especialmente la corriente de inspiración falangista opuesta a la tecnocracia. La doctrina pierde fuerza a partir de 1973, cuando López Rodó deja su cargo de ministro comisario del Plan de Desarrollo. Finalmente analizamos la evolución de la tecnocracia, ya en democracia, hasta nuestros días.