Corre el año 1972, y una joven tangerina, Sara Jiménez, empieza a trabajar en un pequeño negocio local de exportación, a la espera de dejar la ciudad definitivamente con su familia de vuelta a España. En esta novela, donde se combinan la autobiografía y la ficción, Tánger se convierte en un personaje clave, testigo de hechos históricos fundamentales del siglo XX. Como afirma uno de los personajes, vivir en Tánger significa conocer todas las facetas posibles de las personas y sus culturas.