Nieves era una enfermera que con gran sacrifico de sus padres realizó sus estudios en Santiago de Compostela por los años 50 del siglo pasado. Trabajó ejerciendo su humanitaria labor en un hospitalillo de primeros auxilios en una aldea perdida en las montañas de Asturias al lado de una bocamina de carbón. El destino hizo que le tocara vivir en los años negros y espesos de una dictadura azuzada por la Iglesia. Tiempos de violencia y precariedad. La inconsciencia, la edad, la juventud, el desconocimiento de la biología del cuerpo, la fuerza del sexo y las hormonas Nieves quedó emba-razada y estaba soltera. En aquellos años tenebrosos tal desliz acarreaba un deshonor para la «pecadora» y un baldón añadido para la familia. El fruto del deshonor sufriría los mismos oprobios de la madre y cargaría toda su vida con un legado perverso. Nieves fue expulsada del domicilio familiar, como era la norma por aquellos tiempos, en un intento de lavar la imagen de la familia. Nel, el hijo, se pasará toda su vida, desde que tiene uso de razón y es consciente de su orfandad, intentando dar con el paradero de su padre biológico. ¿Lo conseguirá?