El filme La fía Tula, considerado como tal, es decir, con la mayor independencia posible de su precedente literario con el que guarda muchas menos analogías de las que comunmente se la han venido atribuyendo, puede ser considerado como el título inisgnia del llamado Nuevo Cine Español apareciendo en los primeros años sesenta, además de un referente indiscutible en la cinematografía española. El guión que alumbra argumentalmente la historia de una mujer tan singular en la sociedad provinciana de la España franquista es producto de una conjunción de talentos pocas veces coincidentes, cuyo corolario está representado en el retablo humano que se nos expone, que, no por conocido y vivido por sucesivas generaciones de españoles, resulta menos sorprendente y sobrecogedor. Migue Picazo dirigió la película.