Un dardo tirado con los ojos cerrados sobre un viejo mapa marcará el rumbo de Óscar. Está huyendo, de su familia, de su ciudad y de todo lo que tenga que ver con su antigua vida. El destino: Old Forge, un precioso y remoto pueblo al norte del estado de Nueva York. Hay tan pocos habitantes que casi todos se conocen. Es el lugar perfecto. Pasa de largo de los moteles y alquila una cabaña en el bosque. Busca algo permanente. Lucha contra la paranoia y la fachada que ha construido durante toda su infancia, quiere ir poco a poco. Vive en medio del bosque, pero empieza a bajar al pueblo día tras día. Pasan las semanas y todo parece asentarse, las cosas van bien. Óscar se permite relajarse. Un día, al volver a su casa se da cuenta de que alguien ha estado husmeando sus cosas. La desconfianza vuelve a apoderarse de él. Al día siguiente aparece en el bar una mujer con traje y placa del FBI. Óscar empieza a sospechar: ¿Será todo tan bonito como parece ¿Qué se esconde tras ese velo de sonrisas y apariencias ¿Quién lo observaba desde el bosque aquella noche