Escala porque cada libro es un hito del viaje. De los primeros, apenas queda un relámpago. Ni siquiera una tormenta. Aunque aquella lluvia alimentase raíces desconocidas por entonces. Escala porque esta antología encuadra, a determinado tamaño, una parte de lo que se escribió. Y de esa parte, otra de lo que se publicó. Como en un mapa se señalan ciertos accidentes geográficos de un vasto territorio ignorado. O, mejor aún, como en un plano geográfico se inscriben arroyos y fuentes, y permanecen invisibles los veneros subterráneos, origen de lo visible.