La vida de Lope de Vega estuvo tan llena de pasiones y sucesos que podría ser materia de una fabulosa biografía. Pero, como él mismo dejó escrito, «mi vida son mis libros», y en su obra poética quedará para siempre la huella de algunas de sus amadas, transformadas por él en Filis o Dorotea, Belisa, Lucinda, Amarilis o Marcia Leonardaày cantadas en hermosos y apasionados versos. Poeta inmenso en todos los sentidos, Lope dominó como nadie cualquier estrofa, registro o contenido, épico, satírico, lírico: popular y culto y hasta al modo hermosamente artificioso de su enemigo Góngora. Pero, además de los libros estrictamente poéticos (las Rimas, humanas y divinas, églogasà), dejó también en sus obras en prosa bellísimos poemas. Su propio teatro, en verso, acoge romances y letras para ser cantados y bellos poemas que se paladean al margen de la acción;y es fácil ejemplificarlo con algunos de los que puso en boca de damas que cobraron vida en sus comedias. De todas esas fuentes bebe la selección realizada por Rosa Navarro Durán, que, cuando es preciso, guía a los lectores de esta antología descifrando algunas cla