Estas historias son verídicas, pasaron de verdad. El abuelo de mi abuelo se las explicó a su nieto, y él, mi abuelo el Tío Manel, me las explicó a mí. Son historias para toda la familia, que se pueden leer como si fueran cuentos o como un libro para aprender sobre la cultura gitana. Aunque algunas de estos relatos tienen más de 100 años, hay valores tan buenos e importantes de la cultura gitana que nunca cambiarán, aunque pasen otros 100 años. El respeto a las personas mayores, el sentido de la familia, la solidaridad..., no son solo propios de la comunidad gitana, sino que son compartidos por toda la humanidad.