El Monasterio de San Juan de la Cruz en Segovia, Monte Carmelo en Haifa (Israel) o el santuario de Eremo delle Caceri en Asís (Italia) son algunos de los enclaves que recorre Geofanías. El poemario es un viaje interior hacia esos espacios en los que el poeta encuentra un significado más allá de la mera belleza del lugar: acantilados, monasterios, santuarios, montañas sagradas, puentes, cuevas... Ítacas simbólicas que han atravesado el alma de quien las contempla e impreso en ella una huella. García Galiano recupera la experiencia a través del lenguaje poético para que el lector participe también de ese encuentro con lo sagrado, esa epifanía geográfica cuyos «vislumbres y reflejos» conforman una doble lectura: la más expositiva y salmódica y la que se esboza apenas desnuda y sobria.