El rey Mimo I es, efectivamente, el rey de un reino trazado con líneas punteadas, es decir, un reino de Nada. Pero un buen día el rey se encuentra con un `algo´ que, por ser distinto a la nada que él conoce, se convierte en su enemigo máximo. El rey lo apresa y lucha contra él, pero finalmente encuentra que los `algos´ son reemplazados por `cosas´ que convierten el reino de Nada en un colorido reino de Todo.