En la convulsa España de los años veinte, Carmen Arias decide abandonar su pueblo dejando únicamente una escueta nota de despedida. Su anhelo por huir de una vida ya escrita desde su nacimiento la llevará a construir un futuro apasionante, tan alejado como apegado a sus orígenes. Pero en ese camino de libertad e independencia se cruzarán tanto sus propios fantasmas como los de una sociedad repleta de contradicciones. Con el apoyo de otras mujeres adelantadas a su época, la personalidad que permanecía latente en su interior aflorará sin miramientos, tomando conciencia de la estrecha relación entre sus problemas personales y los de la sociedad de una etapa especialmente agitada de la historia de España, caracterizada por la inestabilidad política y el despertar de los movimientos sociales. Ángel de Frutos Acevedo construye un personaje con una personalidad arrolladora, fiel reflejo de tantas mujeres valientes que marcaron una época en la sociedad de las primeras décadas del siglo XX.