Una mujer escribe a su hermano. Recuerda cómo cuando eran niños «un manotazo gigante» acabó con sus sueños;fue ahí cuando ella comenzó a beber hasta la adicción, glugú. Le presenta a Mónica, la protagonista de su novela, en cuyas Memorias de una buena borracha´ la vemos ejercer cuidados, criar, emitir facturas convencida de que el éxito está en producir. Pero sobre todo la vemos beber y volar, glugú. Natalia Carrero escribe con un sentido del humor único y una mirada incisiva sobre los estigmas y el mundo como enfermedad;sobre el trabajo y la precarización;sobre qué significa ser una mujer contemporánea que bebe en casa o a escondidas, cualquier día. ¿Se trata de una pulsión, de una disfuncionalidad Otra es una celebración de esas mujeres y vidas que pocas veces atraen la atención y casi nunca son escuchadas. Advertencia para la gente estupenda: esta obra no contiene glamur, aquí sólo se bebe cerveza y algún vino sin denominación de origen. Novela exenta de postureo y gintonics.