Tras los excesos de la Revolución francesa, Joseph de Maistre emerge como un crítico feroz de todo lo que los ilustrados del siglo XVIII han representado: racionalismo, individualismo, compromiso liberal e ilustración secular. Maistre habla el lenguaje del pasado y se ve a sí mismo como el último defensor de una civilización que perece, pero en este esclarecedor e inquietante ensayo Isaiah Berlin sostiene que el autor entona la que quizá sea la nota más temprana del militante y antirracional fascismo de los tiempos modernos. Y es que la visión profundamente pesimista de Maistre constituye el núcleo de los totalitarismos tanto de izquierdas como de derechas que han venido después y que han marcado nuestra época, en la que la voz del autor resuena de manera perturbadora.