Asiduo visitante del Rastro de Madrid, el fotógrafo Paco Gómez compró en otoño de 2019 unas cajas con negativos de cristal de principios del siglo XX. Maravillado por la calidad de aquellas imágenes, y sin apenas datos, consiguió localizar a su dueño, un maestro de escuela francés y fotógrafo amateur. Como ya le sucediera con Los Modlin (Fracaso Books, 2013), el autor persigue las huellas de un personaje anónimo y se embarca en un viaje en su busca recorriendo pueblos perdidos de Francia. El resultado de sus investigaciones se resume en este inclasificable objeto que puede ser visto como un fotolibro o leído como un libro de aventuras, un diario o un ensayo sobre los misterios de la fotografía.