Es el año 1863 y la vida en Jalna transcurre apacible. Philip, que de mayor se convertirá en el señor de Jalna, acaba de llegar al mundo, mientras que Augusta, Nicholas y Ernest son apenas unos niños. Sin embargo, cuando reciben la visita de los Sinclair, los Whiteoak empiezan a sospechar que el matrimonio alberga un insondable y peligroso secreto.