Con un estilo ágil y desenfadado, diálogos rápidos y gran conocimiento de la carpintería teatral, nos cuenta cómo Lope de Vega desveló en La Dorotea su apasionada relación juvenil con Elena Osorio, su gran amor. En Lope y sus Doroteas, Lope, ya cláerigo, redacta estas memorias con su hija ùllamada «sobrina»ù, Antoñita, por la que bebe los vientos. Pero la niña, enamorada de un Tenorio real, se le subleva. Lope tendrá a su lado a su «más que ama de llaves», Lorenza Sánchez. En la obra hay amor y desamor, celestineos y conquistasà, y el inevitable relevo generacional. En escena están desde el emergente Calderón hasta el teatrero Felipe IV. Mucha vis comica, y una excelente introducción al mundo final de Lope.