Vailima es el nombre de la casa donde vivía Stevenson muy cerca de Apia, la capital de Samoa. Vailima es también el nombre de mi casa en el Cerrato, un oasis de paz al sureste de la provincia de Palencia, que me permite desconectar en un momento de la ajetreada vida que nos ha tocado vivir. Vailima, entre El Pardo y el Cerrato es una recopilación de algunos de mis relatos, una mezcla de realidad y ficción que se desarrolla en aquellos momentos complicados (entre noviembre de 2020 y junio 2021) cuando las sucesivas olas de coronavirus mantenían los hospitales con un cien por cien de actividad. Tiempos difíciles con restricciones para viajar y salir de las ciudades. Paseábamos cerca de casa, añorábamos el campo, imaginábamos situaciones. Un resumen de mi vida en la naturaleza (con personajes reales e inventados), una mezcla entre el diario de abordo y la guía de viajes, una especie de evasión mental que comienza con el descubrimiento del monte de El Pardo y los paseos entre sus magníficas encinas y que continúa con el hechizo de mi refugio en Vailima, en pleno Cerrato, una comarca mágica y desconocida que bien podría pertenecer a lo que se conoce como la Laponia española, un territorio con una escasa densidad de población en el centro de la península, un espacio fascinante al sureste de la provincia de Palencia ( aunque tambiéncomprende una pequeña parte del suroeste de Burgos y del este de Valladolid) con colinas suaves y valles fluviales que esculpen la orografía tan particular de toda la comarca. Más de una treintena de pequeñas historias que se pueden afrontar de manera individual, aunque por debajo exista un claro hilo conductor a manera de cadena de transmisión. Viajes reales e imaginados que saltan de un sitio a otro, de El Pardo al Cerrato, de los pájaros a los animales salvajes, de los libros a los paseos por el campo y las meriendas con los amigos en la bodega, las rutas en bici, territorio, arte, cultura, naturaleza, la borrasca Filomena y el renacer de la primavera. 10