Dos años no parecen ser suficientes para disipar el rencor y hacer volar las cenizas donde ardió una pasión sin límites. Katherine lleva todo este tiempo preparándose para una batalla que, sin lugar a dudas, llegará. Están ocurriendo asesinatos en distintas mafias, se ha liberado una nueva amenaza de su jaula y los viejos enemigos ni olvidan ni perdonan. Aiden sigue siendo el líder frío, calculador e imbatible. Calienta su cama con miles de mujeres para intentar evocar el rostro de una en concreto, aunque sin éxito. Su inminente compromiso no le preocupa, ya que aquella a quien realmente quiso le robó el corazón y lo redujo a polvo. Ahora es incapaz de amar. ¿Qué pasará cuando una lluvia de sangre y una velada blanca los lleven a volver a cruzarse «Recuerda: los monstruos paren monstruos».