La oficina de búsqueda de la policía metropolitana de Tokio está especializada en de desapariciones inusuales. Kuroda, que posee la habilidad especial de ver el hedor a muerto en forma de líneas rojas, ha descubierto el cadáver decapitado de una niña en un parque. El y su compañero Ikaga, un perfilador criminal prodigio, desean hallar el paradero del autor del crimen y de la cabeza desaparecida, pero la primera división de investigación les arrebata el derecho a involucrarse en el caso.