La profesora de Historia Julia Gutiérrez Fallaci tiene el privilegio de los intelectuales: el asco. Ella quiere ser madre en medio de fosas comunes y de la apropiación de bebés. Julia no pertenece a esta época, en realidad es una espía, una infiltrada de su tiempo, por eso es extraordinaria. Ariana Harwicz Animales blancos es un libro de solvente complejidad. De lectura fluida, que no se aplana, va engarzando tres hilos narrativos a la manera de la novela estructural: el deseo de maternidad de la protagonista, los enigmas de su proprio nacimiento y unos renglones vacantes de la Historia en su país de adopción. Julia es un personaje cuya fractura está en el origen. Sus fracturas cotidianas remiten a una soledad anterior. Los testimonios de su pasado nos llegan en primera persona a través de Aurelia como contrapunto a la voz principal. Algunos espacios parecen personajes y el «hotelito» termina por convertirse en entrañable. Elvira Navarro