La señorita perfecta resultó ser en realidad una vaga redomada de puertas para afuera, pero Itsuki prosigue con su deber como ayudante personal esforzándose todo lo posible. Sin embargo, ahora que Hinako ha empezado a sentir algo especial por Itsuki ve que es incapaz de hacerle caso a su corazón y comienza a distanciarse de él. Itsuki lo interpreta como una señal de que debe mejorar más en el trabajo, así que decide someterse a un entrenamiento más estricto aún. Pero, ¿quién se imaginaría que serían bajo la mano de nada más y nada menos que la autoproclamada rival de Hinako