Los poemas de Marina de Cabo hablan de piscinas internacionales, de lecturas y de películas. Nos transportan a la relajación de los veranos infinitos y nos bañan con palabras delicadas, cuidadas y precisas. Un poemario que acompaña y refresca el panorama poético y que nos recuerda que la superficie del poema oculta profundidades desconocidas.