Ser maître o jefe de sala, más allá de las habilidades propias de su cargo, requiere del conocimiento de otras disciplinas y saberes como la gestión emocional y del estrés, economía, negociación, psicología, observación, capacidad de improvisación, creatividad e, incluso, cierta facilidad par a la interpretación y puesta en escena. Debe convertirse, en definitiva, en un auténtico jefe de pista que, además del servicio y de sus clientes, debe preocuparse además por aspectos como la gestión de equipo, la renovación continua o las relaciones con la cocina y los críticos gastronómicos. ¿Y cómo resolver todas estas cuestiones? Abel Valverde, reconocido por su brillante trayectoria como uno de los mejores jefes de sala del país, se despoja de su traje y en esta obra, libre de corsés y con gran sinceridad, ofrece toda su experiencia para, a partir de ella, encontrar las herramientas necesarias para comprender la realidad del día a día del servicio de sala de un restaurante y de las personas que se encargan de él, hacer frente a los imprevistos que en el transcurso del mismo puedan aparecer, y contribuir así decisivamente a conseguir la mejor experiencia gastronómica posible.