Desde niña, Holly ha tenido que cuidar de su hermano y comportarse como la madre responsable que nunca tuvieron. Día tras día intenta dar normalidad a sus vidas, aunque toque salir corriendo y empezar de cero. Por la felicidad del pequeño Roni está dispuesta a todo, incluso a renunciar a sus propios sueños. Las dificultades y desengaños que ha soportado le han hecho creer que el amor no es para ella y la han transformado en la persona desconfiada que es. Pero todo cambiará cuando conozca a su nuevo vecino, un atractivo bailarín rubio de ojos azules llamado Gonzalo. Holly se esforzará para ver todos sus defectos, pero ha dado con el chico perfecto y, sin poder remediarlo, ya se está enamorando de él. Incluye «Amarte nunca será mi error».