Llega la hora de quitar el pañal y nos imaginamos sábanas mojadas, noches sin dormir, que se le escape el pipí cuando vayamos a una tienda o a un restaurante y no llevemos muda...y sin darnos cuenta vamos retrasando ese momento. El control de los esfínteres se aprende, como aprendemos a comer, a dormir o a hablar. Hay algunos más precoces y otros a los que les cuesta más. Existe un momento propicio y una edad adecuada, pero se necesita entrenamiento y la observación de unas pautas mínimas.Un método avalado por diez años de experiencia y miles de niños contentos.