Una biografía única sobre Carmen Laforet, con ilustraciones de Celeste Ciafarone. Decía Carmen Laforet que la vida le interesaba en todos sus momentos, tanto en los malos como en los buenos. Por eso leía, viajaba, escribía y observaba los acontecimientos con el corazón revuelto, lleno de emociones que no dejaban de latir. En el centenario de su nacimiento, esta biografía ilustrada recupera la voz de quien nunca quiso hacer lo que se esperaba de ella. Aquí se conjugan su certero retrato del ambiente de posguerra, sus análisis sobre la religión y la fe, y su alma, siempre errante, que, sin pertenecer a ningún sitio, encontró hogar en sí misma y en sus seres queridos. Un homenaje ilustrado a Carmen Laforet, una escritora de trayectoria personalísima cuyo legado está hoy más vivo que nunca.