´Los conflictos interculturales en el mundo actual se agudizan cada vez más. Para Fidel Tubino, entender que en dichos conflictos se confrontan no solo intereses económicos y políticos sino también formas de pensar, valorar y sentir el mundo es empezar a comprenderlos. La interculturalidad no es solo un problema, es también una posibilidad de convivencia dignificante basada en el reconocimiento de la diversidad. Así, las nociones de dignidad y de derechos humanos no son universales por naturaleza. Pero deben serlo. Y para ello deben interculturalizarse. De allí la necesidad de crear las condiciones subjetivas y objetivas que hagan posible un diálogo intercultural sobre los derechos individuales y colectivos en contextos asimétricos.Entender la construcción dialógica de la universalidad de los derechos humanos como una necesidad ética y social de envergadura nos conduce a reformular nuestra concepción de la ciudadanía. Esta se ejerce básicamente en los espacios de deliberación pública, lamentablemente hoy colonizados por el logocentrismo, la lengua y la cultura hegemónica. Descolonizar dichos espacios para hacerlos inclusivos de la diversidad es una tarea pendiente. Para ello son necesarias las «políticas interculturales de reconocimiento», siempre y cuando se articulen a políticas redistributivas y de representación política tanto afirmativas como transformativas. En ello consiste el interculturalismo como posibilidad.´ 4