Para Angus Deaton la estimulante historia del progreso material es también el relato de cómo se ha extendido la desigualdad entre los países y dentro de los países. Los indudables avances de la medicina han significado para gran parte de la humanidad el Gran Escape respecto de todo tipo de privaciones y de muchas enfermedades mortales. Pero aunque es cierto que cada vez hay más gente saludable y con acceso a bienes y servicios básicos de calidad, hoy en día el mundo es crecientemente inequitativo. La explicación que ofrece este libro revela una paradoja: los mecanismos que durante los últimos dos siglos y medio permitieron a los países industrializados experimentar un progreso sostenido son los mismos que han ensanchado la brecha entre los que salieron avante y los que se vienen quedando atrás. Deaton va más allá en su diagnóstico: la ayuda externa a los países pobres a menudo perpetúa la existencia de gobiernos débiles o corruptos, de instituciones endebles y de políticas perniciosas.