De cómo Andrés Pérez, un cantero almeriense, llegó al Principado para trabajar en la construcción de la hidroeléctrica y se convirtió en un capataz sanguinario. Durante las guerras supo unirse a los pasadores, traicionando a unos banqueros judíos que huía de los nazis, y se convirtió en un respetable hombre de negocios andorrano.